Transforma tu Nación: 4- La batalla contra el Enojo

Se dice que todo guerrero tiene su punto débil, se dice que todo ser humano tiene su punto de ebullición. "Descubre su punto débil y su punto de ebullición, y habrás acabado con el" decía el anciano moribundo en la puerta del castillo. Vasta que tan siquiera una vez consigas esto, y sus propios aliados se encargaran de eliminarlo, lo etiquetarán de "enojon" y su punto débil quedara al descubierto... agregaba el mendigo que esperaba unas monedas. "No todos son iguales" recrimino el pirata, un soldado retirado que en batalla perdió el ojo derecho y la cicatriz en su rostro le hace mencionar que: "Hay quienes conocen cuando han llegado a el y lo ignoran, le ganan la batalla al enojo. Ellos son guerreros que no visten grandes armaduras, son hombres y mujeres que a lo mejor no tienen un cuerpo perfecto, pero son capaces de dominar algo tan complejo como el enojo. Su corazón es tranquilo y el enojo rara vez sale a dar una vuelta. Estos guerreros son capaces de destruir la ofensa y sacarlo por la puerta trasera, en vez de encararse en una batalla en donde el único ganador es el enojo, ese enojo que me permite ver solo con un ojo. Yo fui fuerte, el mejor de todos. No había quien se midiese conmigo! pero contra mi mal carácter nada pude hacer, ahora la cicatriz en mi rostro solo me hace pensar, que mi enojo descontrolado, provoco heridas y cicatrices horribles en las personas que amaba, y no me di cuenta de ello, ahora cada vez que me veo al espejo, deseo ser un guerrero que con la ayuda de Dios le gane la batalla al enojo...

El enojo es un estado de animo propio e inherente al ser humano, que se manifiesta cuando existe alguna causa que provoca un grado de alteración, que puede ser significante o insignificante. El enojo como tal, no se puede eliminar de nuestras vidas, hay que entender que es un estado de animo y por ende vive puede relucir en cualquier momento, pero hay quienes se dejan dominar por el enojo y en vez de ser un estado de animo, lo han convertido en una forma de vida. Jesús se enojo al ver que su pueblo convertía el Templo de Dios en un mercado, fue tal su desagrado que los saco a todos. Probablemente minutos antes de ese momento, Jesús estaba tranquilo, pero al saber tal cosa, su estado de animo cambio. Si alguien perfecto como Jesús se enojo, significa que un mortal como cualquiera de nosotros también se puede enojar.

En algunas personas la alegría reina en su corazón, es muy normal verlos felices porque ese estado de animo es su pilar principal, es parte de su vida; otras personas dejan que el enojo sea ese pilar principal, de manera que es muy normal que resuelvan, convivan y expresen cualquier cosa con cierto grado de alteración.

El enojo como fuente de Autoridad, respeto, disciplina y corrección:

El enojo es un estado de animo muy importante. El enojo debe utilizarse como Jesús, él lo utilizo como una fuente de autoridad, de disciplina y de corrección, era casi imposible que les dijera a los mercaderes: "mire disculpe, fíjece que esta es la casa de mi Padre y bueno, siempre disculpe verdad, pero será que usted seria tan amable de desalojar este lugar, ay si hágame la campaña oye, gracias muy fino, disculpe la molestia, ahí le encargo a la proxima" ... en la vida para todo hay que tener carácter, y si Jesús lo tubo porque habríamos de ignorarlo nosotros?. Así que cuando nos toque vivir algo parecido, que sea justo hay que sacar como dicen "el apellido" osea dicese de: sacar el carácter y defender lo propio. Jesús defendio lo que era propio e hizo lo propio.

Debemos Controlar el enojo:

Si bien es cierto que es un estado de animo, no debemos permitir que ese estado sea el pilar principal de nuestra vida. Resulta fácil hablar de ello cuando hemos adquirido este enojo por cuenta propia, pero cuando el enojo se apropia de la vida de forma generacional, en donde abuelo, padre e hijo tienen ese mal carácter, la cosa se vuelve muy seria.

Del enojo nace la Ira, el Odio, el Resentimiento, el Orgullo y cuando todo ello se consuma le da vida a la amargura. Por lo tanto no debemos dejar que nos domine. Efesios 4:26-30 dice:

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26. Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados,27 ni den cabida al diablo.28 El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.
29 Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.30 No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.31 Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.32 Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

El diablo aprovecha las puertas del enojo para atacar, nosotros debemos ser pacientes. Cuantas veces nos enojamos al día? Cuantas veces contestamos de forma negativa? Cuantas veces alzamos la voz?

El reto principal es: "pasar una semana completa sin enojarse injustamente".

Enojo Justificado y Enojo Injustificado

Justificado: Cuando la causa que lo provoco es verdadera. Es decir el enojo tiene una causa justa y comprensible.

Injustificado: Cuando se cree tener la razón sin comprobar y cuando la causa del enojo no lo amerita. Es decir que el enojo no tiene una razón justa y es totalmente incomprensible.

Provocaciones del Enojo:

Provocado por mí: Cuando somos nosotros los que hemos provocado directa o indirectamente la ofensa o la causa que conlleva cierto grado de alteración. Somos los que originamos el enojo. Provocado hacia mí: Cuando somos nosotros el blanco de la ofensa, somos los que vivimos en carne propia el enojo.

Hacia quienes esta dirigido el enojo:

- Contra Dios: Hay personas que han encaminado una guerra personal contra Dios, ellos han dejado de creer en Él por alguna razón. - Contra la Familia: Tener problemas en casa es normal, pero cuando el odio reina en el hogar se vive un verdadero tormento. - Contra mi propia vida: A causa de nuestro enojo descontrolado, hemos afectado la vida de nuestros seres más cercanos. A veces los hemos afectado tanto que ellos han desarrollado la misma medicina hacia nosotros. Hemos provocado ser vistos con nuestra mala mirada y hay quienes mantiene su enojo hacia nosotros.

Debemos pedirle a Dios que nos de fuerza para poder ganar esta batalla, debemos utilizar el enojo como Jesús lo utilizo. Pídamosle a Dios que nos de paz, tranquilidad y mansedumbre, este tema fue tan solo una introducción. He visto y probablemente también el que lee este tema, que el enojo ha destruido vidas, por esa razón desarrollaremos este tema de una forma más amplia.

Nuestra batalla diaria será ver y resolver de una forma diferente todo aquello que nos molestaba e irritaba. Cada vez que estemos a punto de enojarnos, que el Espíritu Santo de Dios venga sobre nuestra vida y nos llene de paz, entonces ahí será cuando nuestros semejantes vean la diferencia.

"La vida es demasiada bella y corta, para vivir peleando con ella. Aprovechemos los minutos que Dios nos da de vida y ganémosle la batalla al enojo".

Tema 4 de la serie Las Semillas del Bien y del Mal